Traducción

Sobre Barbara Loden, una experiencia de traducción.

Sobre Barbara Loden, una experiencia de traducción.

Fue un trabajo intenso y conmovedor tanto en lo técnico como en su potencia discursiva. En lo técnico porque la escritura de Léger tensa, en pos de la expresividad, la plasticidad del lenguaje. ¿Su potencia? La elocuencia condensada para narrar sentimientos complejos que escapaban a lo binario. ¿Qué nos pasa cuando una historia nos interpela? ¿Cómo nos posicionamos cuando nuestro presente repite viejos mandatos opresivos? ¿Cómo convivir con esa tensión de los afectos que obturan?

A esto no escapa la estructura de su escritura, fuerza y no concede. Interpela a la vez que se pregunta. Avanza pero no en línea recta sino en las fisuras que ve o va hacia las que sospecha.

Ojalá sea una escritura que se siga traduciendo al español. Atravesarla, tener la experiencia de esa lectura, es sin duda enriquecedor. Y no porque hayamos capitalizado algo. No. Sino porque nos muestra una faceta más de este intrincado mundo de tensiones en que vivimos; porque hace más complejo nuestro presente, también quizás más desolador; porque nos muestra que somos más débiles y por eso con la necesidad de ser más ágiles, más activos, más críticos, más empáticos.

Prólogo del libro "No verte más" de Valérie Rouzeau (Barba de abejas, 2019)

Prólogo del libro "No verte más" de Valérie Rouzeau (Barba de abejas, 2019)

Prólogo

A Arnaldo Calveyra, que vivió más de 30 años en Francia, alguna vez le preguntaron por qué no escribía en francés y él contestó que era porque no conocía la temperatura de las palabras. Sospechamos que ése es el mayor desafío de este libro: dar con la temperatura que producen sus versos labrados con una jerga familiar hecha de apodos y juegos, una musicalidad propia y el flujo de sensaciones que genera la ausencia, produciendo en su conjunto una sintaxis de la conmoción.

Panel de editores, Jornadas Internacionales de Traducción Comparada

Panel de editores, Jornadas Internacionales de Traducción Comparada

Durante las Jornadas Internacionales de Traducción Comparada, pude presenciar un panel de editores integrado por Fernando Fagnani (Edhasa), Julieta Obedman (Alfaguara) y Matías Reck (Milena Caserola) en el que se plantearon cuestiones que nos hubiese llevado horas y horas agotar: ¿Cuáles son las políticas adoptadas por las editoriales respecto del español «del cono sur»? ¿Por qué adaptar traducciones según las regiones hispanohablantes y hasta qué punto? ¿Por qué consideramos a veces que usar el voceo en una traducción destinada al mercado argentino puede «no funcionar»?, ¿Quiénes son los que traducen (en términos de género y geopolítica del lenguaje)?